Actualmente Polonia tiene un sistema económico de mercado
basado en la propiedad privada, pero no siempre fue así.
El sistema estatalizado fue norma de Polonia durante más de cuarenta años. Cuando finaliza la Segunda Guerra Mundial, Polonia decide socializar los medios de producción y las actividades primarias, basando su economía en la industria pesada. Sin embargo, en la década de los 80 una fortísima crisis, en el sistema político y social , se abatió sobre la economía polaca. Con la caída del comunismo y la democratización del país se decide reformar la economía y transformar la economía planificada y dominada por el sector estatal en una economía de mercado basada en la propiedad privada.
Sin embargo,
el sector agrícola está debilitado por diversos problemas estructurales, como
son el exceso de trabajo, las granjas pequeñas e ineficientes y la falta de inversión. Además, la reestructuración y privatización de ciertos
sectores "sensibles", como el de producción de carbón, ha sido lenta, si bien las recientes inversiones extranjeras en la energía y el acero han introducido nuevas tecnologías que dan una oportunidad al futuro de
estos sectores.
El sistema estatalizado fue norma de Polonia durante más de cuarenta años. Cuando finaliza la Segunda Guerra Mundial, Polonia decide socializar los medios de producción y las actividades primarias, basando su economía en la industria pesada. Sin embargo, en la década de los 80 una fortísima crisis, en el sistema político y social , se abatió sobre la economía polaca. Con la caída del comunismo y la democratización del país se decide reformar la economía y transformar la economía planificada y dominada por el sector estatal en una economía de mercado basada en la propiedad privada.
La economía polaca se
encunentra en el periodo del gran crecimiento que incluye todos los principales
sectores de la economía.
Tras la
caída del comunismo, Polonia siguió un proceso de liberalización
económica acorde con el modelo capitalista occidental de la década de los 90.
Este proceso tuvo un éxito relativo, ya que la privatización de pequeñas y medianas empresas y la ley para la creación de
nuevas empresas ha alentado el desarrollo del sector privado, motor principal
del crecimiento económico polaco.
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